Las animaciones en stop motion con plastilina tiene una cualidad entre entrañable y relajante que ha producido grandes obras cinematográficas, como las aventuras de Wallace y Gromit. Este tipo de animación también puede tener un gran poder didáctico, como demuestra el vídeo que tenéis más abajo: una animación para entender los pormenores de la misión espacial Rosetta.
Rosetta es una sonda espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) que fue lanzada el 2 de marzo de 2004. La misión de la sonda fue la de orbitar alrededor del cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko en 2014 y 2015, enviando un módulo de aterrizaje, Philae, a la superficie del cometa.
Esta es la transcripción del vídeo:
La humanidad lleva siglos observando los cometas que iluminan el cielo nocturno, desde las civilizaciones antiguas y los primeros astrónomos hasta la generación actual de científicos espaciales e ingenieros, quienes han puesto en marcha una atrevida misión para mirar un cometa de cerca. La misión se llama Rosetta y el equipo que esta detrás en la Agencia Espacial Europea.
El equipo Rosetta ha superado una gran cantidad de desafíos. Su primer lanzamiento tuvo que ser abortado, con lo que perdieron la oportunidad de visitar el cometa 46P. Pero tenían un plan B: el cometa 67P Churyumov Gerasimenko.
Tras diez años viajando por el espacio y jugando a alcanzar al cometa, Rosetta lanzó una pequeña sonda llamada Philae en noviembre de 2014 para que aterrizara sobre 67P. Sin embargo, los arpones y el cohete diseñados para anclar a la sonda en la superficie no se dispararon. La pequeña Philae, que allí pesa tanto como una pila AAA en la Tierra, rebotó, volvió a tomar tierra y volvió a rebotar...
El instrumental a bordo no sufrió daños, pero Philae aterrizó en una grieta demasiado oscura para recibir energía solar. Entonces el equipo de control corrió a descargar los datos recopilado por Philae antes de que se agotara la batería. Consiguieron reunir más del 80% de la información que habían planeado capturar con Philae antes de que entrara en hibernación.
En junio de 2015 celebraron con alegría que Philae volviera a transmitir. A medida que 67P se acercaba al Sol, la energía que llegaba al cometa aumentaba y fue suficiente para traer a Philae a la vida de nuevo.
Con los datos recopilados tanto por Rosetta como por Philae a través de sus instrumentos de alta tecnología, los científicos están aprendiendo mucho sobre la composición química de la superficie del planeta y de su atmósfera. Han descubierto cuatro compuestos orgánicos diferentes nunca antes vistos en un cometa.
Gracias al aterrizaje de Philae, rebotando a su suerte, descubrieron que hay partes de la superficie del cometa que son suaves como la nieve, mientras que otras son duras como la roca volcánica.
En misiones futuras podríamos visitar cometas más distantes, de más allá de la órbita de Neptuno, en el Cinturón de Kuiper. O incluso más lejos, en la Nube de Oort, una enorme burbuja de miles de millones de trozos de hielo, el hogar de los cometas que viajan mayores distancias.
Si estudiamos varias de estas “cápsulas del tiempo de hielo”, los científicos creen que acabaremos entendiendo cómo empezó la vida en el joven planeta Tierra hace miles de millones de años.
> >
Vía | Gizmodo
Ver 1 comentarios