Solo vemos el 1% del espectro electromagnético. Y lo que registramos en realidad tiene tanta información que a nuestro cerebro no llega todo. Descarta los detalles que no considera relevantes. Sin embargo, el ojo es un órgano fascinante. No solo nos complace mirar a los ojos a la otra persona, sino que el ojo se comporta casi como una criatura autónoma. Para comprobarlo, basta con echar un vistazo al vídeo que encabeza esta entrada, en el que se han grabado diversos movimientos de nuestro ojo a cámara lenta. Y la consistencia pulposa, viscosa, acuosa y temblorosa queda más en evidencia que nunca.
Particular atención concitan los movimientos sacádicos: el proceso de lectura consiste en una serie de instantáneas con los ojos, a saltos, con estos movimientos oculares llamados sacádicos. Los ojos son fascinantes, aunque parpadean de vez en cuando, sobre todo cuando alguien nos tira una fotografía. Por eso vale la pena revisar la Fórmula matemática para evitar los ojos cerrados en una foto de grupo.
Vía | Microsiervos