Las poblaciones de tortuga mora (Testudo graeca) son capaces de tolerar el paso de las llamas si se produce con una periodicidad de tres decenios o más. Sin embargo, las “jovencitas“ son más sensibles y desaparecen tras cada incendio.
Así lo revelan investigadores españoles que han analizado el impacto del incendio de la Sierra de la Carrasquilla (Murcia) de 2004 en estos reptiles.
Pero tal como dice Ana Sanz-Aguilar, autora de un reciente estudio que ilustra que la reacción al fuego de estos animales varía en función de la edad que tengan,
Las tortugas de tierra pueden resistir altas temperaturas, pero eso no significa que su caparazón sea un armazón a prueba de incendios
El trabajo ha sido publicado en la revista Biological Conservation y demuestra que la respuesta de las tortugas al fuego fue muy diferente en función de la edad.
De esta manera, el incendio mató al 100% de los animales menores de 4 años, y provocó un aumento de la mortalidad del 62% en subadultos (entre 4 y 8 años) y del 12% en adultos (mayores de 8 años).
Según el estudio, la viabilidad de las poblaciones de estos animales depende de la baja mortalidad y de la longevidad de los individuos adultos.
Cualquier factor que haga aumentar la mortalidad de los adultos, como la mayor vulnerabilidad a los incendios en terrenos rocosos, aumenta las probabilidades de extinción de una población.
La tortuga mora se puede encontrar en Europa, África y Asia. En el continente europeo, las poblaciones más numerosas se localizan en el sureste ibérico, entre Murcia y Almería donde ocupan una extensión de 2.600 kilómetros cuadrados.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la ha catalogado como ‘vulnerable‘, y cree que podría desaparecer a medio plazo, mientras que el Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles Españoles la clasifica ‘en peligro‘.
Vía | El mundo
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