Como si fuera un striptease, cuando siente el peligro, este lagarto se desnuda, es decir, pierde su piel como por ensalmo, dejando así en la boca de sus depredadores un puñado de escamas. Mientras el depredador se come la piel, el lagarto aprovecha para escapar.
Este animal tan particular es una nueva especie descubierta, un gecko de escama de pez, que vive en la Reserva natural del Tsingy de Bemaraha (Madagascar) y a la que han llamado Geckolepis megalepis.
Piel fuera
Identificar a esta nueva especie ha sido verdaderamente complicado, porque la forma de determinar la especie se basa en la disposición de las escamas, y esta especie las pierde al mínimo roce o acercamiento.
Sin embargo, gracias la tomografía micro-computarizada (micro-CT), que permite barrer un objeto en tres dimensiones a través de rayos X, finalmente lo lograron.
Lo más interesante, no obstante, no es la facilidad con la que pierden las escamas, sino la rapidez con la que las regeneran, lo que podría esconder un mecanismo de regeneración quizás útil para la medicina humana.
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