Según un reciente estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y realizado por investigadores del Centro de Ecología y Conservación del Campus Penryn de la Universidad de Exeter en Cornwall, el riesgo de extinción se incrementa cuando otras especies no llenan el vacío dejado por la pérdida de una especie, creando un efecto dominó que reduce más aún la biodiversidad.
Biodiversidad
Incluso si la pérdida de una especie no causa directamente extinciones, la falta de biodiversidad conduce a comunidades ecológicas más simples a correr un mayor riesgo de "cascadas de extinción" con la pérdida potencial de muchas especies, tal y como explica el autor principal del estudio, Dirk Sanders:
Las interacciones entre las especies son importantes para la estabilidad de los ecosistemas (una comunidad de especies que interactúan). Y debido a que las especies están interconectadas a través de múltiples interacciones, un impacto en una especie también puede afectar a otras. Se ha predicho que las redes alimenticias más complejas serán menos vulnerables a las cascadas de extinción porque hay una mayor posibilidad de que otras especies puedan intervenir y amortiguar los efectos de la pérdida de especies. En nuestro experimento, utilizamos comunidades de plantas e insectos para probar esta predicción.
En el estudio, se eliminó una especie de avispa para descubrir que conducía a la extinción secundaria de otras especies vinculadas indirectamente al mismo nivel de la red trófica.
Unos datos a tener a cuenta, dado que, según el programa científico de Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, auspiciado por Naciones Unidas, diariamente se extinguen entre 150 y 200 especies.