Uno de los más poderosos estimulantes sexuales es liberado por el macho de la cabra, el cabrón de toda la vida (con perdón). Según sugiere un nuevo estudio, a las cabras se les revoluciona todo el vientre a notar en el aire ese olorcillo penetrante a "eau de macho cabrío."
Dos de las mayores sorpresas del estudio han sido que el olor proviene de la cabeza y que éste huele a cítricos.
Los seres humanos también liberamos feromonas, lo que hace que nos preguntemos qué tipo de compuestos no descubiertos podrían estar presentes en el cabello de los hombres. Pero, lamentablemente para nosotros, este estudio sólo abarca a las cabras.
Yukari Takeuchi y su grupo de trabajo, encabezado por Yuji Mori de la Universidad de Tokio, pudieron aislar un componente del olor del macho de la cabra (Capra aegagrus hircus), se trata del 4 etiloctanal.
Los investigadores han dado a probar dicho componente volátil y oloroso a cabras hembras, sometiéndolas a escáneres cerebrales en tiempo real. El olor actuó de inmediato en el cerebro de las cabras, activando su sistema reproductor.
Nos sentimos tentados de especular que se trata de una estrategia reproductiva inteligente del macho cabrío para alterar el comportamiento y la actividad del aparato reproductor en la hembra con el fin de aparearse
Afirma Takeuchi.
Además, hemos identificado un nuevo producto químico que no se había encontrado en la naturaleza antes
Añade.
El estudio, que aparece publicado en la revista Current Biology, es el primero en descubrir una feromona que activa lo que los investigadores llaman "eje central de la reproducción" o las partes del cerebro asociadas con las relaciones sexuales y la reproducción.
Aunque el trabajo se llevó a cabo en cabras, los investigadores dicen que no hay razón para pensar que los resultados no puedan aplicarse a otro tipo de ganado, e incluso a seres humanos.
Es cierto que existen en el mercado perfumes y colonias que supuestamente contienen feromonas humanas. Pero no quiero ni imaginarme lo que pasaría si algo comparable a la potencia de ese "olor cabrío" se embotella y comercializa.
Vía | LiveScience
Ver 5 comentarios