El dodo es un animal fascinante pero extinto. Se cree que solo hay 13 esqueletos completos. Uno de ellos, recientemente, fue subastado por la más alta suma a un coleccionista privado.
Leyenda dodo
El 22 de novimebre de 2016, un esqueleto casi completo de dodo (Raphus cucullatus) se vendió a un coleccionista privado por 428.931 dólares (incluida la prima del comprador) en la subasta "Evolution" de Summers Place, en Billlingshurst, West Sussex, en Reino Unido.
Es un esqueleto casi único para una criatura casi legendaria. Por la confianza que mostraban y la simpatía con la que se acercaban las personas y los perros que trajeron consigo los viajeros que llegaron a las islas Mauricio, donde habitaban, los llamaron dodos (una voz que significaba estúpido en el portugués que hablaban entonces). Linneo, en el XVIII, cuando les dio un nombre científico, no fue más amable.
El ser humano llegó a su hábitat en el siglo XVI. Las primeras noticias que se tuvieron en Europa del ave parecen datar de 1574; en 1581 un conquistador español llevó un ejemplar a Europa. Sir Thomas Herbert, el introductor de la palabra «dodo», dedicó al animal en 1627 un dramático epitafio:
Tienen un semblante melancólico, como si fueran sensibles a la injusticia de la naturaleza al modelar un cuerpo tan macizo destinado a ser dirigido por alas complementarias ciertamente incapaces de levantarlo del suelo.
El último ejemplar fue visto por última vez en 1662, aunque existe un avistamiento por parte de un esclavo cimarrón en 1674, y se estima que debió de existir hasta 1690.