El rojísimo flamboyant, el árbol de cuento de hadas

El rojísimo flamboyant, el árbol de cuento de hadas
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Port Louis, la capital de Isla Mauricio; lugar tan utópico como el dodó que habitaba en él, el pájaro endémico que los pastores extinguieron años ha (porque el dodó se había vuelto tan bueno y pacífico al no tener jamás la amenaza de depredadores que era tonto y confiado) pero que Lewis Carroll conservaría en el ámbar de la literatura en Alicia en el país de las maravillas.

Y también en esta isla de colores primarios podréis contemplar árboles surgidos de una película de dibujos animados psicotrópica, los coloristas flamboyanes, una hibridación de acacia y fresno que en vez de contener clorofila parece contener sangre. Árboles de flores rojas y follaje verde brillante flanqueando carreteras que conducen a casas dibujadas y pintadas por un niño de cuatro años. Isla Mauricio, La sonrisa del Índico, tan etérea y esquiva como la sonrisa del gato de Cheshire. Llena de árboles tan rojos que cortan el aliento.

El flamboyant también se conoce por el nombre de Framboyán o Ponciana Real, aunque su nombre científico es Delonix regia. En inglés, con toda la razón del mundo, se llama de formas muy gráficas: flor de pavo real (peacock flower), llama del bosque (flame of the forest) o árbol llama (flame tree).

Los flamboyanes requieren clima tropical o parecido al tropical para sobrevivir, aunque pueden tolerar la sequía y salinidad. Están extendidos y naturalizados en el Caribe, México y la India.

En los Estados Unidos crece únicamente en Florida, Hawai, Islas Vírgenes y en especial Puerto Rico. Las vainas maduras sin abrir son usadas por los nativos caribeños como instrumentos de percusión conocidos como shak-shak o maracas.

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