Por más que la miro no deja de asombrarme la fotografía que se hizo con el primer premio en la votación popular de la categoría de microfotografía de los Nikon Small World del año 2008. Parece un extraterrestre. Una suerte de embrión que pudiera aperecer en Avatar. Pero sencillamente es el embrión de una gallina, que a través de un estereomicroscopio (una variante de microscopio óptico en el que la visión es por reflexión que se suele utilizar para observar muestras de plantas o animales en 3 dimensiones) se revela como algo mucho más fascinante, si cabe.
Para obtener la imagen, su autor, Tomas Pais de Azevedo, incubó un huevo de gallina común durante 9 días. A continuación, extrajo el embrión y le aplicó un tinte de tonos verdosos para remarcar el cartílago. Finalmente lo introdujo en salicilato de metilo, un éster del ácido salicílico y del metanol que hace que los tejidos externos se tornen transparentes y sea posible ver el esqueleto del animal.
Vía | Abadía Digital
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