Según un nuevo estudio publicado en Scientific Reports y llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Oxford, estas diminutas criaturas sobrevivirán al riesgo de extinción de todas las catástrofes astrofísicas, hasta que nuestro Sol deje de brillar, alcanzando una esperanza de supervivencia de 10.000 millones de años.
Estamos hablando de los tardígrados.
Duro de matar
Los tardígrados son capaces de sobrevivir hasta 30 años sin alimentos ni agua, y soportar temperaturas extremas de hasta 150 grados Celsius, el mar profundo e incluso el vacío congelado del espacio. Vive en el agua puede vivir hasta 60 años, y crecer hasta un tamaño máximo de 0,5 mm. Son los animales tan duros que incluso se ha descubierto que pueden sobrevivir en el espacio exterior, tal y como se explica en el libro Eso no estaba en mi libro de historia natural:
En septiembre de 2007 se lanzó la nave rusa FOTON-M3 de la ESA, y en ella fueron colocados un grupo de tardígrados. Se comprobó que no sólo sobrevivieron a las condiciones del espacio exterior, sino que incluso mantuvieron su capacidad reproductiva. Además, pueden soportar 100 veces más radiación que los seres humanos y vivir hasta 120 años en un estado de hibernación sin agua, y reactivarse en cuanto se les suministre.
Los tardígrados fueron descritos por primera vez por Johann August Ephraim Goeze en 1773. El nombre Tardigrada significa «de paso lento» y fue dado por Lazzaro Spallanzani en 1777, justamente debido a la lentitud de este animal.
Para establecer su capacidad de supervivencia a eventos catastróficos, se consideraron tres eventos potenciales como parte de su investigación; grandes impactos de asteroides, estrellas en explosión en forma de supernovas y rayos gamma. Según David Sloan, co-autor y asociado de investigación post-doctoral en el Departamento de Física de la Universidad de Oxford:
Muchos de los trabajos previos se han centrado en los escenarios del 'juicio final' sobre la Tierra; eventos astrofísicos como supernovas que podrían acabar con el Tierra; eventos astrofísicos como supernovas que podrían acabar con el humano. En el momento en que estamos entrando en una etapa de astronomía donde hemos visto exoplanetas, y esperamos pronto realizar espectroscopias en busca de firmas de la vida, debemos tratar de ver lo frágil que es esto. Para nuestra sorpresa encontramos que aunque las supernovas cercanas o los grandes impactos de asteroides serían catastróficos para las personas, los tardígrados podrían no ser afectados, por lo que parece que la vida, una vez que se pone en marcha, es difícil de borrar completamente. Incluso géneros enteros pueden extinguirse, pero la vida en su conjunto continuará.
En noviembre del pasado 2015 se logró secuenciar el ADN de estos pequeños organismos (concretamente, la especie Hypsibius dujardini) observando una gran cantidad de material genético ajeno, concretamente un 17,5% que proviene de otras especies. El hallazgo vino de la mano de Bob Goldstein y el resto del equipo en la Universidad de Chapell Hill de Carolina del Norte (Estados Unidos). El siguiente paso es averiguar si este ADN ajeno (adquirido de bacterias, hongos o microbios) es el secreto de su extraordinaria resistencia.
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