Nickolay Hristov, un biólogo de la Universidad de Winston-Salem, ha desarrollado una serie de técnicas para estudiar las cuevas de murciélagos, como analizar la estructura 3D de su interior o emplear la termografía (captando el calor corporal) para observar el comportamiento de las grandes colonias.
Cabe recordar que los murcielagos no son ciegos, lo que sucede es que no tienen adaptada su visión a la oscuridad, por lo que se valen de ese impresionante sistema sonar par crear en su cerebro una imagen tridimensional de su entorno.
Vía | Amazings