A veces, en broma, he escuchado que si las televisiones continúan incrementando su resolución, al final las pantallas ofrecerán mayor resolución que la propia realidad circundante. Lo que sí resulta más cierto es que, llegados a un punto de resolución, nuestro ojo no podrá apreciarla debido a sus limitaciones fisiológicas.
El ojo humano puede captar una resolución de un píxel por cada segundo de arco, es decir, que frente a una TV de 40 pulgadas con 1.000 píxeles de resolución, el ojo no es capaz de apreciar cada píxel a partir de un metro de distancia. En un televisor Full HD (1920x1080) existen 2.073.600 pixeles. En el caso del 4K con resolución 16:9 (3840x2160) estaríamos hablando de 8.294.400 pixeles.
Es decir, que comprarse televisiones de más resolución, como las anunciadas 4k, solo tiene sentido que la pantalla sea más grande y la contemplemos a una distancia menor de un metro. A 1 metro, en un televisor 4K de 55" veríamos la imagen a su máximo esplendor, aprovechando la resolución que éste ofrece. Si nos alejamos, en cambio, percibiríamos peor esta definición.
Tal y como explican en Unocero:
Por ejemplo una pantalla full HD (1920 x1080) de 50 pulgadas no necesitas más de 100 ppp para que el espectador, a 1.8 m de distancia, disfrute la imagen plenamente; a esta misma distancia y tamaño una pantalla 4k (3840 x 2160) se acercan mucho a lo que el ojo humano puede resolver con menos de 60 ppp, lo que estaría cerca de ser la máxima definición apreciable para el humano común en una habitación promedio, con 1.8 m como un mínimo entre la tv y el televidente.
Una pantalla similar de 8k (7680×5320) a esta misa distancia supera al ojo con 20 ppp por lo que en este caso necesitaríamos una gran sala con una distancia de al menos 5 metros para disfrutar en su totalidad esta resolución.
Imagen | goldsardine
Ver 9 comentarios