En los diccionarios y enciclopedias podemos encontrar ejemplos de entradas ficticias, algunas de ellas para capturar a quienes violen los derechos de autor copiando literalmente alguna entrada o simplemente como travesura. A esta clase de entradas se las llama mountweazel, a partir del nombre de la fotógrafa estadounidense Lillian Virginia Mountweazel, que en realidad nunca ha existido.
Uno de los casos de mountweazel (o como se dice en alemán, U-Boot, abreviatura de Unterseeboot, “submarino”) más célebres ocurrió en la Wikipedia alemana. En ella aparecía una entrada referida a un insecto de mentira llamado Leuchtschnabelbeutelschabe, que finalmente la comunidad decidió borrar, aunque se mantuvo como fidedigna de principios de 2003 hasta el 22 de julio de 2008.
Pero os quiero hablar de otro insecto. Comía piedras. Y también es de mentira.
La mayoría de listas donde aparecen los miembros del parlamento alemán (incluyendo su página web oficial) señalan a un político ficticio llamado Jakob Maria Mierscheid, que se supone que es miembro del parlamento desde 1979. Entre las actividades en las que ha tomado partido este político fantasmal está la de haber impartido un simposio en Frankfurt sobre una animalillo realmente raro: una termita de las piedras.
La enciclopedia médica alemana Psychrembel Klinisches Wörterbuch dedica una entrada a este divertido insecto (Petrophaga lorioti), que es un ácaro de entre 20 y 24 milímetros de longitud que consume diariamente la nada despreciable cantidad de 28 kilogramos de piedras, aunque esa cifra se pueda ver alterada, claro está, en base a la densidad y el sabor de las piedras.
La entrada se escribió a raíz de la emisión de un documental para la televisión donde se puede ver a la tímida termita comiendo piedras y rocas en su hábitat natural. Por supuesto, como ya indica su nombre en latín, que señala al humorista alemán Loriot como su creador, el insecto comepiedras en cuestión es una broma que la enciclopedia incluyó como verdadera.
Esta entrada fue borrada de la enciclopedia en el año 1996, pero después de que los lectores protestasen por ello, fue introducida de nuevo al año siguiente, con una sección extendida sobre la implicación de esta termita devoradora de piedras en la caída del Muro de Berlín. Al parecer, el muro estaba construido sobre áreas habitadas por la termita.
Otra hipótesis que se incluyó, aún más aventurada, es que la termita de las piedras también estuvo implicada en el fin de la Edad de Piedra. En su edición de 2007, la Psychrembel Klinisches Wörterbuch lleva el artículo un poco más allá, implicando también a la termita en determinados resultados conseguidos con la medicina homeopática. Lo cual es irónico, teniendo en cuenta que el insecto en cuestión no es verdadero y que los fundamentos de la homeopatía son indemostrables, a pesar de que se incluya como cierta (y no precisamente de forma intencionada) en muchas enciclopedias de medicina.
El insecto me recuerda mucho a ese bichito bien conocido por excursionistas y boyscouts en los campamentos de verano de España y Portugal que ha pasado de generación en generación como una criatura esquiva que sólo puede cazarse de noche: el gamusino.
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