Las ballenas jorobadas son admiradas por la complejidad de sus canciones, en las que combinan chasquidos y silbidos para formar melodías intrincadas. Se sabe que estas canciones no son nada sencillas, ni son una simple repetición de unos pocos modelos, con la gran variedad melódica de las ballenas, se podrían grabar muchos discos compactos.
Según un nuevo estudio científico, las ballenas componen sus canciones utilizando módulos repetitivos unidos de una manera muy compleja, formando patrones que parecen seguir una pauta similar a una sintaxis, algo que hasta ahora se pensaba que era algo único de los seres humanos.
Cada año, los machos de ballena jorobada crean canciones totalmente nuevas, formando con ellas verdaderas "sinfonías" bajo el mar, en las que aquellas canciones con más "exito" son imitadas y repetidas por otros miembros del grupo. Al parecer, las canciones están formadas por pequeños grupos de sonidos que se agrupan formando frases más grandes que, unidas entre sí, generan una compleja composición.
Ryuji Suzuki, neurocientífico del Instituto de Tecnología de Massachussetts desarrolló un programa de ordenador capaz de descubrir las combinaciones individuales de sonidos, por medio de la conversión de cada tipo de sonido en una letra, generando de esta forma patrones fáciles de observar en una pantalla o impresión. Los resultados de esta investigación muestran que la capacidad de complejidad de las canciones de las ballenas y su elevada capacidad para memorizarlas y modificarlas, hacen pensar que algunas propiedades de los idiomas humanos podrían también aplicarse a estos mamíferos marinos.
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