Auto-mutilación, balanceo repetitivo, ingesta de heces y beber la orina. No os estoy describiendo el ambiente en un manicomio sino lo que se cuece entre chimpancés en cautividad.
Y es que una nueva investigación de la Universidad de Kent ha demostrado que las alteraciones graves del comportamiento, algunos de los cuales se podría comparar a la enfermedad mental en los seres humanos, son endémicos entre los chimpancés en cautividad. El estudio compara el comportamiento de 40 chimpancés de parques zoológicos de Estados Unidos y Reino Unido con 1.000 horas de observación de éstos simios en libertad en Uganda. El artículo ha sido publicado en la revista revista PLoS One.
Otros estudios demuestran que al mejorar las condiciones de ambiente de los simios mejora también la conducta de los animales. Pero los comportamientos anormales son inherentes al confinamiento en zoológicos.
Ademá, los chimpancés en cautividad emplean la mitad de gestos para comunicarse entre ellos que sus congéneres en libertad. Los primates en estado salvaje emplean hasta 66 gestos en su vida cotidiana. Los cautivos, apenas 30.
Cabe recordar, entonces, aquel experimento del que os hablé en una ocasión en el que se introdujo “dinero” entre chimpancés: acabaron comportándose como si fueran brokers de Wall Street. Podéis leerlo en Otra forma de entender la crisis económica: los monos de Wall Street (I) y (y II).
Vía | University of Kent / Rtve
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