La primera reconstrucción en 3D de un esqueleto animal de cuatro patas revela que los primeros animales de La Tierra se movían como las focas.
Uno de los animales estudiados ha sido una bestia de aspecto feroz conocida como Ichthyostega. Vivió desde hace unos 374 hasta 359 millones años y era una especie en transición entre peces y animales terrestres.
Se cree que Ichthyostega nadaba por las aguas poco profundas de los pantanos, probablemente atraído por los alimentos. Ahora se sabe que se movían arrastrándose con sus patas delanteras como soporte, al igual que un Boleophthalmus dussumieri.
Los hallazgos aparecen publicados en la revista Nature.
La autora principal del estudio, Stephanie Pierce, del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, según citó en un comunicado de prensa:
Los resultados de este estudio nos obligan a re-escribir el libro sobre la evolución de columna vertebral en los primeros animales con extremidades
Pierce y sus colegas bombardearon los primeros fósiles de tetrápodos de 360 millones de años de edad con una alta dosis de radiación de sincrotrón. El resultado fueron unas imágenes de alta resolución que permitió a los investigadores reconstruir los esqueletos de los animales extintos con un detalle excepcional.
Hoy en día, todos los animales de cuatro extremidades poseen una columna vertebral, formada por muchos segmentos óseos, llamados vértebras, todas conectadas en una fila desde la cabeza a la cola o trasero.
A diferencia de la columna vertebral de tetrápodos como los humanos, en los que cada vértebra es un único hueso, los primeros tetrápodos tenían vértebras de partes múltiples.
Durante más de 100 años, se pensaba que los primeros tetrápodos tenían vértebras compuestas de tres conjuntos de huesos; un hueso al frente, uno en la parte superior, y un par detrás. Pero mirando el interior de los fósiles, utilizando los rayos X de sincrotrón , hemos descubierto que el punto de vista tradicional era, literalmente, lo contrario
Comunicaba Pierce.
El equipo de científicos descubrió que lo que se creía que era el primer hueso, conocido como el intercentrum, es en realidad el último de la serie.
Al entender cómo encajan los huesos de la vértebra entre sí, podemos empezar a explorar la movilidad de la columna vertebral y probar la forma en la que ésta tranferió fuerzas a los demás miembros durante las primeras etapas del movimiento sobre la tierra
Concluye Pierce.
La siguiente fase de la investigación va a estudiar cómo la columna vertebral se sirvió de la locomoción en los primeros tetrápodos.
Vía | ABC Science