Los microbiomas (comunidades biológicas que incluyen bacterias, arqueas, hongos, algas, protistas y virus) se pueden 'almacenar' y conservar para las generaciones venideras.
Concebir un reservorio de todas ellas, a modo de biobanco o biblioteca viva, resulta importante desde una perspectiva científica, económica, social y ambiental, tal y como sugiere un equipo de científicos, dirigido Matthew Ryan, del Centro de Biociencia Agrícola Internacional (CABI, por sus siglas en inglés).
Biobancos
Los biobancos conservan muestras biológicas que tradicionalmente se mantienen como un solo organismo o cultivos estériles.
Son esenciales para que la comunidad investigadora garantice una investigación de alta calidad y son como un mecanismo a prueba de fallos para la forma en que se utilizan los resultados de la investigación en aplicaciones del mundo real, por ejemplo, para guiar políticas de salud pública o desarrollar productos.
Sin embargo, la infraestructura actual de biobancos está "fragmentada y no preparada para el biobancos de microbiomas", según refiere Ryan:
El rápido avance de las tecnologías requiere evaluación urgente de cómo los biobancos pueden respaldar la investigación al preservar las muestras de microbioma y su potencial funcional.
La coautora y coordinadora del proyecto de la UE, Angela Sessitsch, del Instituto Austriaco de Tecnología AIT, resalta que hay dos preguntas esenciales que deben responderse al considerar la preservación del microbioma: ¿qué se debe preservar y cuál es la mejor manera de preservarlo? "