No es la primera vez que pasa, y por desgracia seguirá pasando. 49 cetáceos, en esta ocasión calderones comunes han muerto tras quedar varados en la costas de Nueva Zelanda. Hace dos semanas tuvo lugar un suceso similar en la misma zona; en aquella ocasión se pudo ayudar a gran parte de los animales, pero esta vez no se ha podido hacer nada.
Como ya hemos dicho es un suceso frecuente, difícil de solucionar por el tremendo peso de estos animales, y extraño. A lo largo de llos últimos años han surgido diversas teorías intentando explicar este hecho. En ocasiones se llegó a sugerir incluso que estos embarrancamientos se trataban en realidad de suicidios. En este caso los medios de comunicación confirman la explicación más plausible: el líder del grupo se desorientó y condujo a sus 48 compañeros hasta la playa.
En todo caso, suicidios, o líderes desorientados que conducen a sus congéneres al desastre. Me recuerda demasiado a los humanos.
Vía | Terra
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