Sí, registramos por olores a través del sentido del olfato. Sin embargo, la vista también tiene algo que ver en ello. Tanto es así, que si cerráis los ojos para oler algo, lo oleréis peor si mantenéis los ojos abiertos, evidenciando que las estructuras cerebrales encargadas de los distintos sentidos están mucho más interconectadas de lo que se creía.
Es lo que sugiere un estudio de investigadores del Instituto Neurológico de Montreal, publicado en la última edición de la revista Journal of Neuroscience: estimulando las regiones cerebrales de la corteza visual a la vez que aspiramos el aroma de una rosa, nuestra capacidad de distinguir los matices e identificar ciertos olores aumenta.
Señala el doctor Christopher Pack, uno de los líderes de la investigación:
Sabemos que hay diferentes partes del cerebro especializadas en diferentes sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) pero cuando se utilizan todos a la vez, el ser humano recibe una experiencia más completa del mundo que le rodea y consigue una imagen más coherente basada en la información de todos los sentidos. (...) En particular, quisimos demostrar la idea de que la activación de las regiones del cerebro dedicadas sólo a un sentido podría influir en el procesamiento de los otros. Descubrimos que estimulando de manera eléctrica la corteza visual del cerebro, se mejora su actividad en tareas como la de identificar el olor que no se corresponde con un objeto en una serie de tres.
Vía | iProfesional
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