A todos nos irrita el tener que avanzar a ritmo lento porque hay un atasco o porque embarcar en un avión es peor que jugar al Tetris (de hecho, el actual sistema de embarque parece el peor que podemos soñar). Pero si nos movemos lento porque nuestro cuerpo nos limita en ese sentido, entonces quizá es que la Muerte está cerca.
Al menos es lo que sugiere un estudio, con cierta retranca, publicado el 15 de diciembre de 2011 por el British Medical Journal (BMJ).
Cronometrando el paso de las personas de edad avanzada, y lo que tardaban en fallecer, los investigadores llegaron a calcular metafóricamente a qué velocidad camina la Parca. Los resultados los obtuvieron de una enorme encuesta médica a más de 1.600 personas de los alrededores de Sídney, Australia.
Tal y como lo explica Pierre Barthélémy en su libro Crónicas de ciencia improbable:
caminando una media de menos de 2,95 kilómetros por hora, corrían mucho más peligro que los demás de que la Segadora los alcanzara porque ésa es su velocidad de crucero. A partir de 4,9 kilómetros por hora, en cambio, ya no puede alcanzar a nadie, pues parece evidente que su capacidad muscular es muy limitada. Según los investigadores, existen sin duda otras posibilidades, por desgracia no probadas, para escapar de la defunción llevando un paso de tortuga, especialmente la utilización de las famosas “reliquias de la muerte” que la saga de Harry Potter ha hecho célebres.
Imagen | sari_dennise
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