En la piel de vuestra cara, ya vive una gigantesca comunidad de ácaros. Son los llamados ácaros foliculares (Demodex folliculorum) y vive solo en los seres humanos.
Miden dos centésimas de centímetro, así que pueden encajar holgadamente en un folículo de vuestra piel. Están provistos de garras y una boca, con la que pueden atravesar las células de la piel. Pero no generan apenas excrementos, porque no tienen ano (y ni siquiera sabemos de qué se alimentan).
Demodex folliculorum
En realidad, hay dos especies de ácaros que viven en tu cara: Demodex folliculorum y D. brevis. Son artrópodos, el grupo que incluye animales con patas articuladas, como insectos y cangrejos. Siendo ácaros, sus parientes más cercanos son arañas y garrapatas.
Bajo el microscopio, se ven como si nadaran a través del petróleo. Las dos especies viven en lugares ligeramente diferentes. D. folliculorum reside en los poros y folículos pilosos, mientras que D. brevis prefiere establecerse más profundamente en las glándulas sebáceas.
En comparación con otras partes de tu cuerpo, tu cara tiene poros más grandes y glándulas sebáceas más numerosas, lo que puede explicar por qué los ácaros tienden a vivir allí. Pero también se han encontrado en otros lugares, incluidos el área genital y en los senos.
En 2014, quedó claro cuán omnipresentes son. Megan Thoemmes y sus colegas de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Raleigh, encontraron ADN Demodex en cada una de las caras que analizaron.
Eso sugiere que todos los tenemos, y probablemente en un número bastante elevado. Dicho de otra manera, puede haber alrededor de dos ácaros por pestaña. Las poblaciones pueden variar de persona a persona, por lo que unos tendrán muchos más que otros. También puedse tener más ácaros en un lado de la cara que en el otro. Sin embargo, no está claro qué obtienen los ácaros de nosotros. Para empezar, no estamos seguros de lo que comen.
Algunos piensan que comen las células muertas de la piel. Algunos piensan que están comiendo la grasa de la glándula sebácea. Thoemmes y sus colegas actualmente están examinando los microorganismos que viven en las entrañas de los ácaros. Eso podría ayudar a determinar su dieta.
Tampoco sabemos mucho sobre cómo se reproducen. Parece que salen de noche para aparearse y luego vuelven a sus poros. Lo único que sabemos es que ponen huevos, como podéis ver en el siguiente vídeo:
Los ácaros Demodex hembras ponen sus huevos alrededor del borde del poro en el que viven. Pero probablemente no sean muchos. Sus huevos son bastante grandes, de un tercio a la mitad del tamaño de su cuerpo, lo cual sería muy exigente a nivel metabólico.
Cuando un Demodex muere, su cuerpo se seca y todos los desechos acumulados se degradan en tu cara. Pero no hay que preocuparse, parece que estos ácaros no son dañinos. Con todo, si tenemos demasiado, entonces podemos sufrir rosácea (una enfermedad inflamatoria crónica de la piel): en lugar de 1 o 2 por centímetro cuadrado de piel, el número aumenta de 10 a 20. Pero eso no significa que los ácaros causen el problema: en un estudio publicado en 2012, se llegó a la conclusión de que la causa principal eran los cambios en la piel de las personas.
Y esto es solo la punta del iceberg. Nuestros cuerpos están llenos de microorganismos: constituyen el 90% de nuestras células. Porque, en puridad, tú no eres tú.
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