Las ratas representan un serio problema de salud pública, dañan cultivos, instalaciones y hasta infraestructuras, lo que supone pérdidas anuales millonarias. Hasta la fecha la forma de combatir estas plagas ha sido mediante diferentes tipos de pellets con raticida, pero ahora estos productos ya no son tan efectivos, las ratas están presentando cada vez más resistencias a los venenos.
Una novedosa forma de eliminar a estos molestos roedores se basa en un cambio radical, en vez de intentar que la rata ingiera una cantidad suficiente de veneno, se le rocía con una dosis letal de una toxina. El proyecto está financiado por la Comisión Europea a través de REA (la Agencia Ejecutiva de Investigación) a través del Séptimo Programa Marco o el 7PM.
La toxina simplemente es un compuesto a base de vitamina D, inocua para otras especies pero mortal para las ratas, ya que éstas son incapaces de metabolizarla. La toxina se administra a las ratas por un sistema de pulverización. El sistema dispone también de un atrayente a base de feromonas, para atraer al animal hasta el pulverizador.
El roedor entra en la trampa y es detectado cuanto se encuentra justo debajo del mecanismo que solo funciona si se trata de una rata. Como complemento un sistema envía un mensaje al técnico de control de plagas que le indica que debe retirar el animal muerto y poner nuevamente la trampa en funcionamiento.
El raticida empleado tradicionalmente mata a las ratas provocando dolorosas hemorragias internas, el nuevo sistema es más humano haciendo que las ratas mueran a causa de un ataque al corazón, asegurando el sistema la muerte tras una única rociada.
Vía | piedpiper
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