Una hormiga tropical (Odontomachus) está catalogada como el ser vivo más rápido en mover sus quijadas para morder, Bryan Fisher experto entomólogo de la Academia de Ciencias de California (San Francisco, EE UU), indica que la velocidad de estas quijadas en acción alcanzan los 225.26 kilómetros por hora.
La quijada de esta hormiga, además de ser utilizada para alimentarse, también la usa para autopropulsarse y así ponerse a salvo de un posible depredador. Como indica el entomólogo, estas hormigas han conseguido solucionar el problema de producir la fuerza necesaria a partir de simples y pequeñas estructuras.
En el estudio que ha sido publicado en la edición digital Proceedings of the National Academy of Sciences, se aclara una pregunta importante con respecto a estas hormigas. ¿Por qué tienen unas quijadas que pueden generar tal magnitud de fuerza y aceleración?
Gracias a una cámara especial de alta velocidad se consiguieron desvelar los mecanismos que emplea la hormiga para generar dicha fuerza, dependiendo de la acción emprendida, capturar una presa, escapar o expulsar a un intruso, la hormiga utiliza unos cambios muy sutiles en el ángulo de su cabeza que junto a unas contorsiones corporales y un rápido movimiento de patas, se conjuga formando un ataque, una defensa o una ideal huída.
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