Las luciérnagas son ubicuas: el único continente en el que no viven es en la Antártida. Son escarabajos, y de hecho existen cerca de unas 2000 especies. Todos cuentan con la capacidad de brillar en la noche mediante la llamada bioluminiscencia. Cuando absorben el oxígeno, éste se combina con una sustancia llamada luciferina (productoras de luciferasa). De la reacción química se produce luz y apenas un poco de calor. La longitud de onda de la luz que se emite oscila entre los 510 y 670 nanómetros, teniendo un color amarillo pálido, rojizo o verde claro. Emiten esa luz para atraer a sus parejas o para advertir de depredadores.
Dicho lo cual, a continuación podéis disfrutar de un onírico vídeo de Vincent Brady, que ha creado un hermoso time-lapse combinando la luz de las luciérnagas (especie Photinus pyralis) con el movimiento aparente de las estrellas en el cielo despejado de una noche de verano. La música es de Brandon McCoy.
Vía | La ciencia es bella
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