El aumento de las temperaturas debido al cambio climático podría afectar profundamente en el crecimiento económico en todo el mundo, haciendo que algunos países sean más ricos y otros más pobres.
Para predecir estos cambios, un equipo de científicos de Stanford y la Universidad de California, Berkeley, han recurrido a los registros históricos de cómo la temperatura afecta aspectos clave de la economía.
Países beneficiados
Varios países del norte del planeta, incluido Rusia y gran parte de Europa, se beneficiarán del aumento de las temperaturas. El impacto desigual del calentamiento "podría significar una reestructuración masiva de la economía global", dice Solomon Hsiang, profesor de la Escuela de Políticas Públicas Goldman en Berkeley, uno de los investigadores que ha documentado minuciosamente el impacto histórico de la temperatura.
Debido a que los países más pobres, incluidos los de gran parte de América del Sur y África, ya tienden a ser mucho más calurosos que lo que es ideal para el crecimiento económico, el efecto del aumento de las temperaturas será particularmente dañino para ellos. Los ingresos medios para el 60 por ciento de las personas más pobres del mundo para finales de siglo estarán un 70 por ciento por debajo de lo que habría sido sin el cambio climático.
Dejando a un lado otros efectos de los cambio climático, como los huracanes, la temperatura tiene un efecto sorprendentemente consistente en la economía: la oferta de mano de obra, la productividad laboral y los rendimientos de los cultivos disminuyen drásticamente entre los 20 °C y 30 °C.
En el estudio, examinaron el desempeño económico anual en cada país y las temperaturas medias anuales desde 1960 hasta 2010. Luego, utilizaron técnicas estadísticas avanzadas para aislar los efectos de la temperatura de otras variables, como los cambios en las políticas y los ciclos financieros. Luego, al utilizar modelos climáticos para proyectar temperaturas futuras, los investigadores pudieron estimar el crecimiento económico durante el resto del siglo si estos patrones históricos se mantienen.
Con todo, sacar a la luz este estudio ahora es importante porque, también en Nature, que fue donde fue publicado, se se publicó hace unos meses otro estudio que critica todas las consideraciones negativas que suscitó, como que su eso podría estigmatizar algunas naciones.
Según argumentan, la misma lógica podría emplearse contra el estudio de los factores de riesgo para las personas que tienen una alta probabilidad de desarrollar cáncer por temor a estigmatizar a los pacientes. En la opinión de los autores, tales recomendaciones podrían crear sesgos en la literatura científica al inhibir la investigación.
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