Científicos españoles han colaborado con 105 instituciones de todo el mundo para recoger y ordenar tres millones de datos de 69.000 especies de plantas silvestres representativas de las 300.000 que en este momento están descritas en los cinco continentes.
Este proyecto ha permitido publicar la mayor base de datos del mundo sobre las características principales de las plantas silvestres del planeta.
Las plantas tienen una importancia vital en el ciclo de los nutrientes, en el uso del agua y en la capacidad de fijar carbono de un entorno natural.
Según sus características morfológicas o fisiológicas competirán con las demás por los recursos como la luz, el agua o los nutrientes, y crecerán más o menos rápido. Por eso, influirán en mayor o menor medida en los ecosistemas.
Para los científicos es necesario conocerlas bien, solo así podrán predecir de forma precisa el futuro de los ecosistemas en el escenario actual de cambio climático y ayudar a mitigar sus efectos.
Sin embargo, hasta ahora, la comunidad científica mundial ha tenido grandes problemas a la hora de asegurar unas buenas simulaciones.
Los modelos matemáticos existentes no disponían de suficientes datos sobre las características funcionales y estructurales de las plantas silvestres y por tanto no aseguraban resultados fiables en la predicción de los efectos del cambio climático a escala regional o global.
Después de cuatro años de desarrollo, esta necesidad ha sido el motivo principal del proyecto TRY a global database of plant traits, que ha publicado su primera edición por medio de la revista Global Change Biology.
En este proyecto internacional, los científicos Josep Peñuelas, Marc Estiarte, Romà Ogaya, Jordi Sardans y Joan Llusià de la Unidad de Ecología Global del Centro de Investigaciones Ecológicas y Aplicaciones Forestales (CREAF) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han colaborado estrechamente aportando y ordenando bases de datos de la multitud de estudios que tenían, tanto del pasado como del presente.
Según Ian Wright, de la Universidad de Macquaire,
Este importante avance en la disponibilidad de datos permitirá hacer predicciones más fiables de cómo la distribución y las propiedades de la vegetación pueden cambiar en el futuro escenario de cambio climático
TRY permitirá un salto adelante en la investigación en biodiversidad. Ayudará, por ejemplo, a entender cómo la biodiversidad afecta conjuntamente la estructura, el funcionamiento y los servicios de los ecosistemas, y no sólo en relación al número de especies distintas, sino también en relación a la variación de los rasgos funcionales de estas especies.
La base de datos mundial TRY abre la posibilidad de efectuar un análisis de datos a nivel mundial para comprobar, con información real, teorías e hipótesis controvertidas en el marco ecológico actual. Por lo tanto, hay que considerar esta iniciativa como una herramienta real para avanzar también en el campo de los aspectos básicos de la teoría ecológica
Comentó el Prof. Josep Peñuelas director de la Unidad de Ecología Global del CREAF y del CSIC.
Esto constituye solo un ejemplo preliminar de las grandes posibilidades que ofrece esta macro base de datos, ya que nos proporciona una visión realista de la biodiversidad a escala mundial.
Los modelos que nos permitirá implementar pueden, no sólo ayudar a entender y cuantificar los efectos directos del cambio climático, sino que nos dará argumentos para desarrollar estrategias para mitigar sus efectos.
Vía | TRY
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