Si antaño quedábamos fascinados por el tamaño megalítico de las computadoras, hogaño lo que nos parece más fascinante son es la capacidad de miniaturización de los ordenadores, a merced de la llamada ley de Bell: indica el nacimiento de una clase de ordenador más barato y más pequeño cada diez años. Con todo, aún necesitamos ocupar más de 1.000 metros cuadrados para alojar los supercomputadores más rápidos del mundo, como el Roadrunner, del que podéis leer aquí: Visita el teclado gigante de computadora construido con bloques de cemento.
Pero volvamos a lo más pequeño.
El ordenador más pequeño que se usa actualmente se implanta en los ojos como medidor de presión ocular en pacientes que sufren de glaucoma. Y es que este ordenador desarrollado por investigadores de la Universidad de Michigan apenas tiene un tamaño de un milímetro cúbico.
El ordenador puede almacenar aproximadamente una semana de datos, los cuales son transmitidos a un dispositivo externo (cercano al ojo) para uso del paciente. Sin duda una apariencia externa que dista mucho de la paródica mostrada en este vídeo:
Y sus aplicaciones no se quedan plegadas exclusivamente al ámbito de la medicina: en un futuro también podrían emplearse, por ejemplo, como medidores de la calidad del aire.
Otro de los ordenadores más pequeños del mundo, y que no se implanta en nuestro cuerpo y puede usarse como un Pc convencional, es Space Cube, y mide solamente 2x2x2.2 pulgadas. Integra un procesador de 300 Mhz, equipado con 64 MB de SDRAM, conexión usb, conexión de Ethernet, entrada para memorias flash, salida VGA, un puerto en serie y una entrada para micro.
Vía | ABC
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