Investigadores de IBM han descrito en la revista Nature la creación del imán más pequeño del mundo: fabricado a partir de un solo átomo.
El equipo lo considera el último límite para reducir el tamaño de los medios de almacenamiento magnéticos utilizando el enfoque clásico, tras conseguir incorporar en este diminuto imán un bit de memoria.
Holmio
El secreto de este diseño reside en el holmio, un metal que es paramagnético, pero a medida que la temperatura disminuye se convierte en antiferromagnético y luego al sistema ferromagnético.
El este elemento fue seleccionado por su potente campo magnético creado por una gran cantidad de electrones no emparejados. Los electrones y su proximidad a su núcleo proporcionan a cada átomo más estabilidad de lo normal y permiten que se use para almacenar un solo bit de datos. Según los investigadores:
Para demostrar la lectura y la escritura independientes construimos una estructura a escala atómica con dos bits Ho, a la que escribimos los cuatro estados posibles. La alta estabilidad magnética combinada con lecturas y escrituras eléctricas muestra que la memoria magnética de átomo único es posible.
No sólo se puede almacenar información (un bit por átomo), sino que de la investigación se ha extraído que es legible y se puede reescribir la información de forma relativamente sencilla.
Para crear este pequeño imán, se ha empleado un microscopio de efecto túnel para manipular los átomos de holmio colocados en una placa de óxido de magnesio (para mantener los polos magnéticos estables).
Como el equipo de IBM, en la actualidad, se necesitan aproximadamente 100.000 átomos para contener un solo bit de información. Si se pudiera encontrar una técnica para comercializar su enfoque de un solo átomo, observan además que permitiría tener algo tan masivo como la biblioteca de canciones de iTunes de Apple en algo tan pequeño como una tarjeta de crédito.