La herramienta de inteligencia artificial (implementando deep learning) de Google ha sido capaz de distinguir correctamente el cáncer metastásico el 99% del tiempo, una mayor tasa de precisión que los patólogos humanos.
El equipo entrenó un algoritmo (llamado Lymph Node Assistant, o LYNA) para detectar las características de los tumores que han llegado a metástasis (es decir, diseminación), que son particularmente difíciles de detectar. Del medio millón de muertes en todo el mundo causadas por cáncer de mama, el 90% se debe a la metástasis.
LYNA
La tasa de acierto del 99% es superior al rendimiento de los patólogos humanos, y el algoritmo también fue mejor a la hora de encontrar pequeñas metástasis en diapositivas individuales. Los patólogos humanos pueden pasarlo por alto hasta el 62% del tiempo.
En lugar de reemplazar a los humanos, es más probable que esta tecnología complemente sus habilidades, lo que facilitará y agilizará el diagnóstico de tumores metastásicos.
Por ejemplo, el algoritmo redujo a la mitad el tiempo necesario para revisar una diapositiva en promedio, reduciéndola a solo un minuto por diapositiva.
Google está aplicando IA a la atención médica en varios proyectos diferentes. Su filial DeepMind está utilizando IA para buscar signos de enfermedad ocular en el Moorfields Eye Hospital en Londres, por ejemplo. El próximo paso será ver cómo LYNA se empieza a usar en una clínica de verdad.
Actualmente la herramienta, únicamente detecta el cáncer de mama. Por lo que suponemos Google seguiría trabajando en ella con el fin de que sea más efectiva y sea capaz de detectar la presencia de cáncer en otras partes del cuerpo humano.
Tal vez no queramos dejar en manos de una máquina nuestra salud, pero ¿por qué no permitir que las mismas repasen el diagnóstico de un facultativo humano? Diversos experimentos sugieren que los médicos cometen un gran número de errores a la hora de interpretar radiografías, y también son víctimas de sesgos cognitivos o de la mera fatiga.
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