Un grupo de ingenieros eléctricos de la Universidad de San Diego (California), están construyendo un bosque de pequeños nanoárboles. Estos diminutos ‘nanowires’ son capaces de transformar el agua en combustible de hidrógeno, a partir de la energía solar, y sin necesidad de usar combustibles fósiles.
Estos ‘nanowires’ están formadosd por abundantes materiales naturales como el silicio y el óxido de zinc, por lo que ofrecen un medio económico para entregar combustible hidrógeno a gran escala. Esta investigación se ha publicado en la revista Nanoscale.
“Es una forma limpia de generar combustible limpio”, afirma Deli Wang, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computadores en la UC San Diego Jacobs School.
Tal y como comenta Wang, la estructura vertical de estos árboles y sus ramas, son clave en la captura de la máxima cantidad de energía solar. Ya que las superficies planas simplemente la reflejan. Es una estructura similar a los fotoreceptores situados en la retina del ojo humano. En las imágenes que se toman de la Tierra desde el espacio, la luz se refleja en las superficies planas como océanos o desiertos, mientras que los bosques aparecen correctamente.
El equipo de Wang ha imitado esta estructura en su “3D branched nanowire array” que utiliza un proceso llamado ‘photoelectrochemical water-splitting’ para producir hidrógeno en forma de gas. Water-splitting hace referencia al proceso de separación de agua en oxígeno e hidrógeno. Los procesos actuales que realizan esta función se basan en electricdad procedente de combustibles fósiles.
“El hidrógeno está considerado como combustible limpio ya que no emite carbón, en comparación con los combustibles fósiles. La tecnología actual permite obtener hidrógeno pero no de una forma limpia”, comenta Ke Sun, estudiante de doctorado que dirige el proyecto.
Vía | UC San Diego
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