Hace unos días tuvimos la ocasión de asistir al 3D Hubs & ColorFabb Workshop Barcelona, donde se nos impartió una clase esencial sobre impresión 3D, materiales disponibles y algunos tips para nuestras primeras piezas. Haciendo especial hincapié en el nuevo filamento especial Colorfabb de fibra de carbono.
Durante el evento nos entregaron algunas muestras distintos filamentos especiales, como los metálicos y los de madera, y también pudimos comprobar cómo quedaban las piezas impresas con impresoras FDM con tales filamentos. Quedamos particularmente sorprendidos con el acabado de los filamentos de bronce. Después de imprimir una figura y pasarse un buen rato frotando con una esponja metálica, se obtienen un acabado brillante idóneo. Hasta el punto de que te entran ganas de imprimir tu cabeza y confeccionarte un busto para la entrada de casa.
Cuando nos referimos a impresoras FDM estamos hablando de modelado por deposición fundida: es decir, que una vez se introduce por la boquilla el material que se almacena en rollos, el material se derrite y se va depositando en capas, aditivamente, hasta conformar la pieza. La pieza es construida con finos hilos del material que solidifican inmediatamente después de salir de la boquilla.
¿ABS o PLA?
El 95% del mercado de impresoras personales utiliza dos materiales: ABS y PLA. Para que entederlo gráficamente, el ABS es el material del que están hechas las piezas de LEGO. El PLA, por su parte, es un material más novedoso y menos conocido. Los precios de los dos materiales son bastante similares, así que no es en este punto donde debemos determinar nuestra elección, sino en una serie de ventajas e inconvenientes que presentan los dos materiales.
El ABS tiene punto de fusión alto, de modo que hay que extruirlo a unos 230-260 ºC y hay que imprimirlo en impresoras con base de impresión caliente. Al llegar al punto de fusión, el ABS desprende gases que en concentraciones altas pueden ser nocivos. La principal ventaja es su dureza y resistencia, y además que se puede mecanizar, pulir, lijar, limar, agujerear, pintar o pegar con extrema facilidad.
El acrilonitrilo butadieno estireno o ABS es un plástico muy resistente al impacto (golpes) muy utilizado en automoción y otros usos tanto industriales como domésticos.
El PLA no emite gases nocivos y hay un rango más amplio de colores (fluorescente, transparente, semitransparente…). Se puede imprimir con todo tipo de impresoras (no necesita base de impresión caliente) y se puede imprimir sin base. Pero, de momento, el PLA no se puede reutilizar. no resiste las altas temperaturas (se empieza a descomponer a partir de 50-60 ºC) y lo de mecanizar, pintar y, sobre todo, pegar es mucho más complicado que en el caso del ABS.
EL poliácido láctico o PLA es un polímero constituido por moléculas de ácido láctico, con propiedades semejantes a las del tereftalato de polietileno (PET) que se utiliza para hacer envases, pero que además es biodegradable. se obtiene a partir de almidón de maíz (Estados Unidos) o de yuca o mandioca (mayormente en Asia), o de caña de azúcar (resto del mundo).
Es decir, que en función de vuestras posibilidades, lugar de impresión y el tipo de objeto que queréis imprimir, deberéis escoger entre ABS y PLA. El resto es cuestión de dar rienda suelta a vuestra imaginación. Arriba tenéis algunos ejemplos que imprimimos.