Como muchos sabréis, el fin de semana pasado se celebró el evento Naukas en Bilbao. Las jornadas se celebran en el Paraninfo de la UPV/EHU, muy cerca del Guggenheinm, y son una estupenda manera de reunir a centenares de divulgadores y aficionados a la ciencia. El encuentro también sirve para desvirtualizar a decenas y decenas de personas con las que solo interactúas a través de Twitter.
Pero lo mejor de Naukas son las charlas. Duran solo diez minutos y acostumbran a ser divertidas, instructivas y esclarecedoras. Como la entrada es libre y gratuita, se produjeron unas colas que ni Justin Bieber. En algún momento probablemente hubo más de mil personas allí. Yo pude verlas que casi todas, y a continuación os muestro las que más me gustaron (junto a las que ya comenté el otro día):
Estoy bien, estoy bien…
Siempre provocador y con mucha retranca, además con J. M. Mulet siempre aprendes algo sobre biotecnología. Con todo, lo mejor de la charla fueron los primeros minutos donde, literalmente, no dice nada.
La insoportable imposibilidad de ser imparcial
A pesar de su juventuz, Beatriz Sevilla se come el escenario y hablara claro y con dicción envidiable. Además habla de sesgos, falacias y otras trampas del pensamiento, mi tema favorito.
Ficha técnica
Deborah Garcia, flamante ganadora del premio Bitácoras 2014, nos demustra cuán es importante es la ciencia para entender y apreciar mejor el arte y, de paso, nos recuerda que ambas disciplinas pueden caminar juntas y en armonía. En mi caso, nunca he vuelto a mirar la araña del Guggenheinm de la misma manera.
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