El descubrimiento del fuego por parte del ser humano probablemente transformó radicalmente mismo ser humano. Richard Wrangham, de la Universidad de Harvard, sostiene que cocinar los alimentos pudo haber disparado el aumento de la capacidad cerebral al permitir que los carbohidratos complejos de alimentos con almidones fueran más fácilmente digeribles.
Por eso es tan importante establecer la fecha de nacimiento de la cocina. Un nuevo hallazgo arqueológico, de hecho, estima que ésta se desarrolló antes de lo que se creía: hace más de 10.000 años. Y también pone en evidencia la importancia que tuvo la cocción de las plantas en épocas prehistóricas.
La prueba más antigua de la cocción
Pruebas directas de recolección de plantas y su cocción como alimento han sido obtenidas en cerámica que data de hace más de 10.000 años, en el Sáhara de Libia. Según un estudio dirigido por la Unidad de Geoquímica Orgánica de la Escuela de Química de la Universidad de Bristol, se trataría de la evidencia de este tipo más antigua encontrada hasta la fecha en todo el mundo.
Es posible que anteriormente se cocinara de otras formas, sin recipientes, de modo que la cocina se debió empezar a desarrollar incluso antes: Una chimenea hallada en Sudáfrica, con restos de leña y huesos quemados y de una edad de hace un millón de años confirma la teoría. Pero, más allá de conjeturas, lo cierto es que, hasta ahora, se carecía de evidencia de plantas cocinadas en los recipientes prehistóricos: los investigadores detectaron residuos lípidos de alimentos conservados dentro de ollas sin esmaltar.
Según ha explicado Julie Dunne, investigadora de post-doctorado de la Escuela de Química de Bristol:
Hasta ahora, la importancia de las plantas en las dietas prehistóricas ha sido insuficientemente reconocida, pero este trabajo demuestra claramente la importancia de las plantas como una fuente de energía (...) Estos hallazgos también enfatizan la sofisticación de estos primeros cazadores-recolectores en su utilización de una amplia gama de tipos de plantas, y la capacidad de hervirlas durante largos períodos de tiempo en recipientes de cerámica recién inventados habría aumentado significativamente la variedad de plantas que los humanos prehistóricos podrían comer.
Richard Evershed, profesor de la Escuela de Química de Bristol, también ha añadido:
El hallazgo de cera de plantas y residuos de aceite en la cerámica prehistórica nos proporciona una imagen totalmente diferente de la alfarería temprana usada en el Sahara en comparación con otras regiones del mundo antiguo.