En un partido de fútbol se pueden producir movimientos de pelota que parecen antinaturales, que violan la física. Hoy vamos a abordar uno de estos efectos llamativos que podemos contemplar en un partido de fútbol, y también en otros deportes donde esté involucrada una pelota: el efecto Magnus.
El efecto Magnus, llamado así en honor al químico alemán Heinrich Gustav Magnus (1802-1870), se produce cuando, al golpear un balón, se consigue una trayectoria ligeramente circular, vista desde arriba, que permite esquivar la barrera delante del área contraria o meter un gol desde el corner (gol olímpico).
Este efecto tiene lugar como consecuencia del giro del balón sobre sí mismo a la vez que avanza en el aire, tal y como explica Javier Martín en 365 curiosidades asombrosas de la ciencia, la historia y las religiones:
En estos casos aparece una fuerza perpendicular al eje de rotación y a la dirección de movimiento que permite al esférico describir una trayectoria curva […] Pero este truco se usa también en otros deportes como el tenis, el golf, el ping-pong (tenis de mesa) y el rugby para conseguir movimientos a veces espectaculares.
Este fenómeno también es el resultado de otros fenómenos físicos, como ser el principio de Bernoulli o el proceso de formación de la capa límite en el fluido situado alrededor de los objetos en movimiento.
Más información | Ojo Científico
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