En vez de entrar a comentar polémicas deportivas, ¿qué os parece si seguimos taladrando con los diagramas de Feynman? Si no recuerdo mal, estábamos en el punto de empezar a ver qué reglas debemos utilizar para saber qué tipo de líneas pueden confluir en un vértice de interacción.
Lo primero que restringe las líneas que podemos juntar en un vértice son las
La más importante de todas ellas, es conocida por todo el mundo: «la energía, ni se crea ni se destruye, cambia de forma». Es decir, la suma de la energía de todas las partículas que entran debe ser idénticamente igual a la suma de la energía de todas las partículas salientes de la interacción. Y esto es inviolable, sin excepciones.
Ojo que la conservación de la energía implica que la masa total no tiene porqué conservarse. Puede ser que la suma de las masas de las partículas salientes sea menor a la suma de masas iniciales. Eso quiere decir que parte de la masa se ha perdido, y se ha convertido en otra forma de energía, normalmente cinética. Las partículas salientes son más livianas, pero se mueven más rápido.
Otra ley igual de potente, aunque no tan conocida, es la conservación del momento. Someramente, el momento representa el estado de movimiento de una partícula. En mecánica clásica se calcula simplemente multiplicando la masa por la velocidad. En nuestro caso, como estamos en una teoría compatible con la relatividad, la fórmula matemática es un poco más complicada, pero no mucho más.
Una tercera ley de conservación, también inquebrantable, tiene que ver con la carga eléctrica. La suma de las cargas eléctricas debe ser la misma tanto para las partículas que entran como para las que salen.
Estas son leyes de conservación realmente importantes. Son leyes universales, que existen en todos los niveles de la Física, y es impensable que, algún día, aparezcan teorías que las contradigan (todo es posible, claro; pero, como digo, hoy en día es impensable).
En el próximo capítulo veremos otro tipo de leyes de conservación, las que tienen que ver con números cuánticos. No son tan potentes como las que acabamos de explicar, pero tienen mucha importancia.
Foto | Dominio público
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