La radiactividad es el término utilizado para describir la desintegración de los átomos. El átomo se puede caracterizar por el número de protones en el núcleo. Algunos elementos naturales son inestables, por lo tanto, sus núcleos se desintegran o se descomponen, liberando energía en forma de radiación.
La radiación está presente en todo el Universo, ha existido desde siempre. Los materiales radiactivos naturales están presentes en todas partes: en la naturaleza, las paredes de nuestras casas, escuelas, oficinas, en los alimentos que comemos y bebemos, etc.
Hay gases radiactivos en el aire que respiramos e incluso nuestros propios cuerpos (músculos, huesos y tejidos) contienen elementos naturales que son radiactivos.
Existe un tipo de radiación que es peligrosa para los organismos vivos, la radiación ionizante. Ésta tiene la energía suficiente para ionizar la materia, extrayendo los electrones de sus estados ligados al átomo. Lo que puede afectar a los procesos biológicos normales.
En esta serie de artículos vamos a examinar algunas fuentes comunes de radiación y ver lo que podemos hacer para mantenernos a salvo.
10. Tecnología inalámbrica
Todos hemos escuchado advertencias del tipo:
Mantener el teléfono móvil pegado a la oreja produce Cáncer
Pero, ¿realmente suponen un peligro? ¿Qué pasa con las redes inalámbricas en las escuelas, lugares de trabajo, cafeterías incluso en casa?
La radiofrecuencia es la energía que utiliza la tecnología inalámbrica. El único daño que pueden hacer es por calor, el mismo daño que puede causar calentar una taza de té, ya que las ondas de radio son radiaciones no ionizantes.
Mientras que las redes inalámbricas de los ordenadores no parecen ser una amenaza real, algunos científicos dicen que los teléfonos móviles pueden aumentar el riesgo de cáncer.
Según un estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association en febrero de 2011, al hacer una llamada de teléfono estamos poniendo la antena que genera la frecuencia de radio al lado de la cabeza, dicho posicionamiento podría alterar la actividad cerebral. ¿Es realmente peligroso?
Nadie lo sabe. El teléfono móvil es un invento demasiado reciente como para saber sus efectos a largo plazo. Por si acaso, los científicos aconsejan el uso de auriculares o de las funciones de altavoz de dichos dispositivos.
9. Tabaco
De sobra es conocido por todos que el consumo de tabaco puede causar cáncer, pero ¿sabéis por qué?
No es sólo por la propia combustión del tabaco, sino por la inhalación de la radiación absorbida por la planta durante su etapa de crecimiento en el campo. Los materiales radiactivos de la atmósfera se adhieren a las hojas del tabaco, permaneciendo en la planta durante todo el proceso de fabricación.
El uso Apatita (un fertilizante de fosfato) aumenta la radiación absorbida por la planta del tabaco. La radiación de Plomo 210 y Polonio 210 emitida por el humo del tabaco se deposita en los pulmones de las personas expuestas a él. El alquitrán también se acumula en los pulmones, lo que permite atrapar la radiación de manera más eficiente.
Aunque no fuméis no estaréis a salvo; el humo de segunda lleva también una dosis tóxica de estas sustancias cancerígenas.
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