El LHC (Gran Colisionador de Hadrones), la titánica obra de ingeniería situada en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra, ha sido por fin reparado de la avería que sufrió el 19 de septiembre de 2008, 9 días después de su puesta en funcionamiento.
La máquina está enfriada hasta 270 grados centígrados bajo cero (la temperatura imprescindible para producir el milagro) y el primer haz de partículas ya ha completado toda la circunferencia de 27 kilómetros de esta instalación. El siguiente paso es inyectar otro haz de hadrones en sentido opuesto y luego hacerlos colisionar en algunos puntos concretos del acelerador para detectar qué fenómenos se desencadenan.
La idea de sus responsables es aumentar progresivamente la potencia hasta llegar a los 3,5 TeV (teraelectronvoltios) por haz el año que viene. El objetivo final es alcanzar los 7 Tev (teralectronvoltios) por haz, pero incluso a sólo un TeV por haz será enseguida el acelerador más potente del mundo, ya que el Tevatron de Fermilab (Chicago), que es el de mayor energía por ahora, funciona a 0,9 TeV por haz.
Algunas de las respuestas que los científicos esperan encontrar cuando empiecen a colisionar las primeras partículas son:
Saber con exactitud en qué consiste la masa, pues hoy en día sólo sabemos medirla; saber qué número de partículas componen el átomo, además de ya las conocidas; saber la naturaleza de la llamada materia oscura, un tipo de materia que nadie ha visto ni detectado aún pero que, supuestamente, por inferencia, se cree que compone el 95 % de toda la materia del universo; saber si existen otras dimensiones; simular el Big Bang a pequeña escala, la explosión que ocurrió hace 15.000 millones de años y que dio origen al universo (y que fue acuñada mordazmente por el astrónomo Fred Hoyle, irónicamente para desacreditar esta idea tan extraña); y por último y más importante: hallar el bosón de Higgs o partícula divina, que sería un paso significativo en la búsqueda de la Teoría de la Gran Unificación.
Ya sabéis, si rondáis por Suiza, buscad un hueco para visitar el imponente LHC (doy fe de que vale la pena); pero tened en cuenta que hay unos 6 meses de lista de espera. Si no tenéis paciencia y queréis ver el ingenio en pantalla grande, entonces no os perdáis la película Ángeles y demonios.
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