Nuevas noticias candentes (nunca mejor dicho) producidas en las entrañas del LHC o Gran Colisionador de Hadrones, seguramente el lugar más alucinante del mundo concebido por el ser humano. Y es que hace escasos días se anunciaba la creación de del llamado plasma de quarks-gluones, un estado primordial de la materia que, según los científicos, es la forma que tenía el universo inmediatamente después del big bang.
Esta sustancia supercaliente es lo más denso que se ha observado nunca jamás, excluyendo a los agujeros negros: es unas 100.000 veces más caliente que lo que existe dentro del sol, y es más denso que una estrella de neutrones.
La creación de la materia se produjo cuando el Gran Colisionador de Hadrones hizo chocar iones (átomos sin electrones) a la velocidad de la luz. Aunque es la segunda vez que se crea esta materia, ésta resultó ser más caliente y densa que aquella hecha en el Colisionador de Hadrones (RHIC) de Nueva York.
David Evans, a cargo del equipo del detector ALICE que está trabajando en el plasma:
Si tuvieras un centímetro cúbico de esta cosa, pesaría 40.000 millones de toneladas.
El plasma se comporta como un líquido, casi sin fricción:
Si revuelves una taza de té con una cuchara y después sacas la cuchara, el té se mueve por un rato y después se detiene. Si tuvieras un líquido perfecto y revolvieras, seguiría dando vueltas para siempre.
Algunos teóricos creen que, bajo el calor extremo que existía en el inicio del universo, los quarks y los gluones deberían haber estado más espaciados, creando un plasma que se comportara como gas, y no como líquido. Los investigadores de ALICE están ahora tratando de probar si algo así puede pasar. Pero para eso se necesitan temperaturas todavía más altas que las que se lograron en el LHC. Algo nada remoto si tenemos en cuanta que el LHC todavía no está operando al máximo de su capacidad, así que es pronto ALICE nos podría dar algo más candente.
Vía | FayerWayer / CHW
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