Investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas han concebido un nuevo tipo de líquido cien millones de veces más diluido que el agua y un millón de veces menos denso que el aire. Para producir las gotas en esta fase tan exótica de la materia se han empleado átomos ultrafríos y un efecto cuántico.
Para lograrlo, los investigadores enfriaron un gas de átomos de potasio a -273.15º C, muy cerca del cero absoluto, la temperatura teórica más baja posible. Aunque a estas temperaturas los átomos se comportan como ondas y obedecen las leyes de la mecánica cuántica, todavía conservan una propiedad intrínseca de los gases: ocupan todo el volumen disponible.
Un líquido cuántico
Según explica Cesar R. Cabrera, primer autor del artículo que presenta este líquido cuántico:
En muchos aspectos, nuestras gotas cuánticas de potasio son muy similares a las gotas de agua: tienen una forma y tamaño bien definidos. Por otra parte, están extremadamente frías y tienen propiedades cuánticas únicas.
Debido al principio de incertidumbre de Heisenberg, los átomos que forman estas gotas no pueden estar nunca en reposo absoluto. Este movimiento continuo genera una pequeña energía adicional que facilita que las gotas muy pequeñas se evaporen convirtiéndose de nuevo en un gas. Según Leticia Tarruell, líder del equipo de investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) que ha participado en este hallazgo:
Estas gotas son fascinantes porque, a pesar de ser objetos macroscópicos formados por miles de partículas, su comportamiento está totalmente determinado por fluctuaciones y correlaciones cuánticas. Al observar la transición de fase entre líquido y gas, podemos medir mejor estos efectos cuánticos.
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