Muchos de vosotros habéis comentado por aquí que no acabáis de entender para qué se gasta tanto dinero en una máquina colosal como el LHC que, en apariencia, no tiene ninguna aplicación práctica.
Hoy vamos a hablar de una de sus posibles aplicaciones prácticas (ni mucho menos la más importante, pero sí una de las más fáciles de entender y más asociadas a la vida cotidiana): la eliminación de tumores cancerígenos.
Físicos del CERN han empezado a experimentar con antimateria, protones gemelos cargados negativamente, con células de hámster. La terapia demostró ser 4 veces más potente que con protones.
La ventaja que ofrece la antimateria es que en la radioterapia convencional es imposible depositar radiación ionizante en el tumor para que lo destruya y evitar irradiar el tejido sano. Los protones y la antimateria, por el contrario, se ajustan para liberar la mayor parte de su energía en el punto exacto del tumor.
“No sentí náuseas ni sufrí quemaduras por la radiación, y la terapia duró menos de dos minutos”, dijo Stan Jordan, congresista de Florida, que recibió terapia de protones para un cáncer de próstata avanzado en el Instituto de Prototerapia de la Universidad de Florida, en Shands Jacksonville.
El mayor problema de este tipo de terapia de ciencia ficción es su coste elevado: más de 100 millones de euros son los que cuestan unas instalaciones. Por esa razón, sólo hay 5 de ellas en los EEUU y 9 en Europa.
En Valencia, bajo el auspicio del Instituto de Física Corpuscular, se construye el primer centro español de partículas aceleradas para tratar el cáncer, que aplicará e investigará la prototerapia. El primer paciente se estima que se tratara hacia el 2011 o 2012.
Vía | Popular Science
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