Normalmente, los materiales plásticos conducen de manera tan ineficiente la electricidad, que su papel queda relegado al aislamiento de los cables eléctricos. Sin embargo, investigadores Australianos han demostrado que añadiendo una delgada lámina de metal y mezclándola con la superfície del polímero mediante la tecnología conocida como “ion beam”, se pueden desarrollar nuevos conductores flexibles, baratos y resistentes.
Este grupo de investigación liderado por los Profesores Paul Meredith y Ben Powell de la Universidad de Queensland y el Profesor Adam Micolich de la UNSW School of Physics, han publicado este descubrimiento en la revista ChemPhysChem.
Las técnicas de “ion-bean” son ampliamente utilizadas en la industria microelectrónica para adaptar la conductividad de algunos semiconductores como el silicio. Sin embargo, los intentos realizados para adaptar esta tecnología a los plásticos han conseguido muy pocos resultados desde los años 80.
Tal y como afirma el Profesor Meredith:
Lo que el equipo de investigación ha conseguido, es utilizar un haz de iones para sintonizar las propiedades de un plástico y conducir la electricidad como si fuese un metal, e incluso actuar como un superconductor sin presentar resistencia alguna si conseguimos enfriarlo lo suficiente.
Para demostrar su aplicación, el equipo ha producido una serie de termómetros de resistencia eléctrica que cumplen los requisitos industriales. Comparándolo con un termómetro de platino, ha obtenido una precisión igual o incluso mejor.
Vía | University of New South Wales
Imagen | Plástico conductor (Adam Micolich)
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