En 2012, en las entrañas del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), se detectaba el bosón de Higgs. Higgs, pues, confirmaría el llamado Modelo Estándar, pues otorgaría masa al resto de partículas, un mecanismo fundamental para que la materia permanezca unida y haga posible la existencia del universo.
Este jueves los haces de protones colisionaron en el LHC con un nuevo record de energía de 13 teraelectronvoltios (TeV), con la intención de capturar datos en nueva frontera de energía. El LHC tiene potencial para llegar a 14 TeV. Un teraelectronvoltio es equivalente a la energía del movimiento de un mosquito cuando vuela. Pero el LHC concentra esta energía en un espacio muy pequeño, un billón de veces más pequeño que un mosquito.
El incremento de energía permitirá generar una cantidad más grande de bosones de Higgs. También se podrá investigar más a fondo la supersimetría (una teoría que predice que por cada partícula existe una antipartícula), y su implicación en el origen de la materia oscura.
La toma de datos y la segunda puesta en funcionamiento de LHC está prevista para principios de junio.
Vía | Sinc