Giovanni Aldini y Andrew Ure dedicaron parte de sus vidas a un mismo objetivo: reanimar los cadáveres de personas y animales mediante el uso de la electricidad. También ha producido episodios espantosos y casi circenses, como el de George Westinghouse y Thomas Alva Edison.
Porque la electricidad es fascinante, antes y ahora. Porque La electricidad, al igual que la gravedad y el magnetismo, es una fuerza que se extiende por el espacio y forma un campo. Dado que los campos no pueden verse, y que la transferencia de fuerza por medio de un campo no implica contacto físico entre las partículas (al menos por encima de escalas cuánticas), resulta difícil imaginar cómo actúa.
Y también sirve para contemplar una suerte de obra de arte como la que aparece en est vídeo, donde Melanie Hoff, una estudiante del Pratt Institute de Nueva York, que ha conectado 15 000 voltios a un tablón de madera. Casi como si viéramos relámpagos fosilizados.
15,000 Volts from Melanie Hoff on Vimeo.
Vía | AbadíaDigital
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