La cerveza no deja de reinventarse, incluso ya disponemos de una cerveza específicamente elaborada para ser consumida cuando viajamos en avión (a semejante altura, nuestro gusto se atrofia).
Ahora, gracias que se ha logrado secuenciar el genoma de la cebada, la producción de la cerveza podría adquirir otra dimensión.
La descodificación de la cebada
Este trabajo ha sido ímprobo porque el el gemona de la cebada es particularmente complejo: si bien el genoma humano es de 23 pares de cromosomas y la cebada solo tiene 7, el tamaño de ésta última es el doble que el nuestro, y la mayoría formado por secuencias que se repiten y a las que no es fácil asignar una posición o una función en concreto.
Resuelto el escollo, este conocimiento ayudará a mejorar la diversidad de los cultivos y a obtener cebadas adaptadas a las necesidades de las distintas industrias. Entender el genoma de la cebada servirá también para mejorar el malteado, acelerando el tiempo de malteado o necesitando menos energía en el proceso.
Imagen | Ruocaled
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