La creación de nuevos tratamientos contra la diabetes y la obesidad podrían estar más cerca que nunca gracias al descubrimiento de un grupo de científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), las universidades de Singapur (Singapur), California, Florida e Illinois (EEUU), la Universidad de Leipzig (Alemania) y el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (INSERM) de Toulousse (Francia).
La investigación, llevada a cabo en ratones, y publicada en la edición digital de la revista Nature Medicine, demuestra que si se bloquea la expresión de este gen, llamado TRIP-Br2, los ratones reducen su obesidad, ya que almacenan menos grasa.
Según los investigadores, si se bloquea este gen aumenta la lipólisis, un proceso mediante el cual la grasa se transforma en lípidos que sirven para el consumo energético del cuerpo.
Hasta que lleguen estos nuevos tratamientos, sin embargo, no hemos de perder de vista que la obesidad no depende exclusivamente de los genes, sino que también influye el estilo de vida (que también incidirá en los genes). Por ejemplo, si practicamos ejercicio regularmente no solo estamos quemando calorías sino que modificamos la actividad de los genes en el hipotálamo (el centro del hambre) y desactivamos el efecto del gen fto de abrir el apetito.
Se estima que aproximadamente hay entre 100 y 200 genes implicados en determinar la cantidad de energía que una persona consume, la manera en el que quema los alimentos y cuánta grasa almacena
Vía | EFE
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