Aunque no creo que sea muy habitual que en nuestros paseos campestres nos preguntemos si esa roca tan rara que vemos pudiera ser un meteorito, me ha parecido muy interesante esta guía para la identificación de meteoritos que he visto en el Laboratorio de Meteoritos Cascadia, de la Universidad del Estado de Portland. En ella podremos darnos cuenta de que los meteoritos son peculiares y que son:
pesados: por estar compuestos mayoritariamente de hierro y niquel, son bastante densos y, por tanto, más pesados que las rocas habituales de la superficie terrestre.
tienen propiedades magnéticas: más o menos, esto está relacionado con la propiedad anterior.
no son esféricos: ni mucho menos. Los meteoritos no tienen por qué entrar en la atmósfera en rotación, sino que pueden acabar adoptando formas más o menos aerodinámicas, dependiendo de la manera en la que hagan la entrada.
están recubiertos de una especie de cristal: debido a la fricción en la entrada a la atmósfera, los meteoritos suelen presentar un recubrimiento cristalino, fruto de la fusión de los materiales exteriores debido a la temperatura. Suelen ser de color negro o marrón, e incluso pueden presentarse oxidados por efecto del aire terrestre.
son sólidos y compactos.
son diferentes al resto de rocas presentes en el lugar en cuestión: aunque parezca de perogrullo, hay excepciones en los meteoritos no metálicos, que no se diferencian gran cosa del resto de rocas. Si son metálicos, se diferenciarán, ya que la roca metálica no es roca de superficie.
Así que ya sabéis, si veis una roca que cumple con lo expuesto en esta guía, es posible que sea un meteorito. No os la llevéis a casa...
Ver 3 comentarios