Hace 100 años y cinco días tenía lugar el terremoto más famoso de los EEUU, y por extensión del resto del mundo, en San Francisco. Era 1906, y las consecuencias del terremotode 7.8 grados en la escala Richter destruyó la ciudad por completo. Fue de las primeras veces que ocurrió que un terremoto se llevase por delante grandes cantidades de infraestructura, más adelante tuvimos otros ejemplos del poder de estos desastres naturales, como por ejemplo los terremotos que asolaron Turquía a finales del siglo XX y aún en este siglo, y que son de mayor alcance social, por tratarse de zonas enormemente desfavorecidas o subdesarrolladas, donde las consecuencias de un terremoto (aún un par de grados inferior) son mucho más dramáticas.
En San Francisco, la destrucción se vio ayudada por la rotura de los conductos de gas, que provocaron gran cantidad de fuegos, y la rotura de las canalizaciones de agua impidió utilizarla para el sofoco de los fuegos, o al menos lo dificultó.
Pero, si este mismo terremoto tuviese lugar hoy, ¿qué pasaría? Con 100 años de recuerdos del terremoto, en pleno siglo XXI, con la tecnología al alcance de la mano,... ¿sería diferente la cosa? Pues no. Los expertos aseguran que, de producirse un terremoto de las mismas características de hace 100 años, el 40% de la ciudad quedaría destruida, los gasoductos se romperían, las canalizaciones del agua quedarían inutilizadas, los puentes se caerían... el caos reinaría... por segunda vez.
El hombre es el único animal que puede tropezar sistemáticamente con la misma piedra. En 1906, de una población de nuos 400.000 habitantes, 3.000 murieron y 225.000 quedaron sin hogar en menos de cinco minutos, y hoy en día, imaginad la cantidad de gente que podría quedarse en esas condiciones. La población de San Francisco es de unos 800.000 habitantes, pero su área metropolitana alberga más de 7 millones de personas.
El potencial problema que sufriría el entorno de San Francisco es la debil construcción de las viviendas y la escasa capacidad de reacción posible ante un terremoto. Ni siquiera sabiéndolo por las noticias puedes escapar a sus efectos devastadores, pues en segundos, o bien escasos minutos, la onda sísmica alcanza tu posición. Los efectos del terremoto podrían amortiguarse con unas buenas construcciones, pero no es el caso en la mayor parte de la zona de San Francisco. Se calcula que, de pocurrir hoy otro terremoto, más de medio millón de personas quedarían en la calle, sin hogar.
Así que el 40% de las construcciones colapsarán ante un pequeño terremoto, imaginad n gran terremoto. No se, pero aunque basta con mejorar las construcciones, resulta inabordable modificar la estructura básica de la mayoría de las casas y edificios de San Francisco, asi que... ¿cuál es la solución? ¿Esperar que no se repita? Yo creo que no.
Vía | Geology News
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A la hora de tomar medidas de contingencia frente a un suceso no se debe considerar únicamente el impacto, si no también la probabilidad de que suceda. Si desde hace 100 años se hubiera gastado el doble en las construcciones de San Francisco para hacerlas resistentes a terremotos, seguramente no se habría desarrollado la ciudad como lo ha hecho. Mucha gente habría optado por ir a lugares con construcciones más económicas. Y dado que ha pasado un siglo desde el último gran terremoto, no parece que les haya salido mal la apuesta.
A mi juicio, lo preocupante no es que se tomen o no las medidas, si no que no se analice si están o no justicadas. No analizar el riesgo no es lo mismo que analizarlo y decidir que no hay que tomar medidas.
Lo mismo ocurre, por ejemplo, con las medidas de contingencia antes problemas informáticos. Para superar un atentado en un edificio, convendría tener un CPD (centro de proceso de datos) de respaldo en otro edificio. Sin embargo, con un presupuesto limitado, seguramente sea más interesante invertir en un buen antivirus para todos los odenadores. El impacto del primero es mucho mayor, pero la probabilidad hace que el segundo suponga un mayor nivel de riesgo. Si se analizan los niveles de riesgo y se decide que el primero no justifica un CPD redundante, no veo ningún problema en que no lo haya.
Para el análisis de riesgos existen las normas UNE-ISO 17799 y UNE 71502, siendo la primera una guía de buenas prácticas y la segunda certificable. Por desgracia, su uso no está todavía suficientemente extendido.
Muchas normas y muchas leches, pero si nazco en San Francisco, en Tokio o en la Patagonia, tengo la familia allí, no conozco otra cosa y encima cobro un sueldo justo para vivir, me quedo en la Patagonia. Claro que no es lo mismo vivir en Tokio que en un pueblo a 50 kms de Yokohama... Probablemente un terremoto en Tokio se note menos, destructivamente hablando. Vaya, y esto ¿a qué fin venía? Perdón por divagar... Es que es domingo... y eso...