Para monitorizar mejor los terremotos, una institución oceanográfica, la Woods Hole Oceanographic Institution, pretende instalar hasta cuarenta sismógrafos en las profundidades oceánicas del Pacífico. Con esto, las medidas estarían más cerca de los focos de terremotos, un gran porcentaje de los cuales están en el fondo marino por ser la superficie de la tierra cubierta de agua la mayor parte de la superficie total del planeta. El conocimiento en esta materia es bastante limitado ahora, ya que los receptores se encuentran normalmente a bastante distancia del punto en donde se origina cada movimiento sísmico.
Los dispositivos podrán registrar datos referentes a grandes y pequeños terremotos, supliendo las carencias de los antiguos sistemas que no eran capaces de soportar los grandes seismos. La experiencia servirá de base para la colocación de más dispositivos en otras zonas del fondo marino donde se registran terremotos, ya que en principio estarían localizados en una zona del Pacífico Este de gran tamaño.
Vía | Science Daily