Al igual que en la paleta del pintor el artista es capaz de mezclar los diferentes pigmentos para obtener colores nuevos, henchidos de matices, Riccardo Falcinelli ha logrado en su libro Cromorama, Cómo el color transforma nuestra visión del mundo, mezclar campos del saber aparentemente indisociables para propiciar pinceladas más consilientes.
Así, Falcinelli aprovecha para tirar del hilo cuando habla de los colores y así sacar lo que subyace: la ciencia, la historia, las guerras, las modas, la literatura, la tecnología... hasta conformar así un tapiz en la que todo conecta con todo.
La historia del color
Si el libro resulta delicioso para los que no entienden las divisiones o las jerarquías entre ciencias y letras y se conducen por la vida alfanuméricamente, aún lo resultará más si pasa las páginas para disfrutar del** enorme despliegue de imágenes a todo color** que permiten dar sentido a muchos de los ejemplos y afirmaciones de Falcinelli.
En ese sentido, Cromorama no es solo un libro para leer, sino también para admirar y exponer en uno de los sitios más visibles de nuestra biblioteca. Como si fuera la entrada al mundo technicolor de Oz.
Cromorama: Cómo el color transforma nuestra visión del mundo (Artes)
Por ello, el libro ha sido fuente de inspiración para algunas de las entradas de Xataka Ciencia. Como muestra, un botón: Cómo el polvo de momia resultó ser idóneo para pintar la piel humana de forma realista.
¿Por qué Mondrian nunca emplea el verde y Hitchcock lo usa en abundancia? ¿Por qué tienen más éxito los lápices amarillos? ¿Por qué Flaubert viste de azul a madame Bovary? Aunque nos parezca obvio, hablar de colores planos o considerar el azul un color frío son invenciones muy recientes. Tal vez no nos demos cuenta, pero incluso cuando estamos ante un cuadro renacentista, tenemos en mente el amarillo de los Simpson. Quien conoce el color de la televisión ya no puede ver el mundo con los ojos del pasado. Las historias y ejemplos que recoge Cromorama nos descubren hasta qué punto el color es un filtro con el que contemplamos la realidad.