Malcolm Gladwell tiene una prosa irresistible. Es capaz de introducirte en cualquier concepto científico abstruso como si te explicara un cuento. A veces, las obras de Gladwell parece más una novela que un ensayo. Y, por si fuera poco, todas sus paginas están jalonadas de datos curiosos que seguramente no conoceréis.
Por esa razón, a pesar de que Inteligencia intuitiva es, a mi juicio, la obra de Gladwell más floja… es igualmente interesantísima. En ella habla del poder de nuestros pálpitos, de nuestras intuiciones, de nuestra primera impresión, de esas minireflexiones que apenas duran unos segundos, incluso mucho menos, y que resultan mucho más acertadas que meditaciones de semanas o meses.
Pero también habla de muchas otras cosas relacionadas con nuestro cerebro y sus fallas, por ello nos ha inspirado para escribir entradas como A menudo vivimos en modo zombi, El pulso emocional en la Segunda Guerra Mundial o Cómo saber si un matrimonio tendrá éxito en sólo 15 minutos.
No todo lo que aporta Gladwell es igualmente riguroso, pero indudablemente ofrece material para la reflexión.
Y es que, a pesar de las apariencias, nuestro cerebro no está preparado para meditar demasiado sobre las decisiones que debe tomar. Nuestro cerebro fue cableado en una época en la que la reflexión no tenía valor sino la decisión rápida: ante los peligros de la sabana africana, no valían filosofías, sino actuar o morir.
Para demostrar la importancia de esta inteligencia intuitiva, la inteligencia que sabe filtrar pocos factores que resultan fundamentales entre un número elevado de variables, Gladwell nos habla de la historia de un entrenador que sabe cuándo un tenista cometerá una doble falta, incluso antes de que la raqueta entre en contacto con la bola. O que un experto en antigüedades sepa si una pieza es falsa, a pesar de que meses de análisis dicen lo contrario. O que haya médicos que reciben más demandas por negligencia aunque cometan menos errores que otros.
Todo esto es posible gracias a esa parte del cerebro que opera de forma automática, en modo zombi, lejos de nuestra conciencia, y que continuamente, como una baliza en mitad de un océano oscuro, nos envía señales de alerta. Señales que deberíamos aprender a registrar e interpretar para conducirnos con más sabiduría por nuestra vida.
Un libro para descubrir que no siempre los prejuicios son malos, ni tampoco los juicios rápidos, y que al no pensar también estamos pensando.
Editorial Taurus
Colección Taurus Pensamiento
296 páginas
ISBN 8430605916
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